A pesar de su mala reputación, el miedo es una respuesta con componentes cognitivos, fisiológicos y emocionales que nos permite enfrentarnos a situaciones muy desafiantes. En otras palabras, no es posible sobrevivir ante la adversidad gracias al miedo. Sin embargo, es importante recalcar que esta reacción debe ser de intensidad moderada para que sea realmente efectiva.
Cuando nuestros niveles de ansiedad son demasiado bajos o excesivamente altos, nos resulta difícil responder adecuadamente a las demandas del entorno, ya sea porque nuestra activación es insuficiente o porque nuestra perturbación es tan severa que termina en un colapso. Si el miedo es muy intenso o no está alineado con la situación, es posible que se presente un trastorno de ansiedad. Aunque generalmente se habla de ansiedad en relación a la población adulta, lo cierto es que los niños y adolescentes también pueden tener este tipo de problema.
Además de la creencia común de que la infancia es una época feliz y despreocupada, lo cierto es que los pequeños también tienen miedos y preocupaciones válidos que no deben ser minimizados.. Por eso, cuando un niño sufre uno o más ataques de ansiedad, es importante que los adultos sepan comportarse correctamente. En este artículo, discutiremos algunas recomendaciones importantes para lidiar con un ataque de ansiedad infantil.
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¿Qué es la ansiedad infantil?
En primer lugar, es importante especificar qué entendemos por miedo.La ansiedad es una respuesta compleja con un componente fisiológico, conductual y emocional, caracterizada por ser automática e incontrolable.. Esto ocurre en determinadas situaciones que crean inseguridad y miedo en el niño o adolescente. Es una reacción que muchas veces resulta incomprensible para los demás, dejando al menor afectado sintiéndose solo y sin apoyo.
El miedo per se no es una reacción negativa. A veces, experimentar ansiedad moderada es adaptativo porque nos activa y nos ayuda a enfrentar los desafíos que nos presenta el entorno (por ejemplo, un examen). Sin embargo, cuando un niño o adolescente experimenta una ansiedad muy intensa o persistente, esa respuesta deja de ser adaptativa por el malestar que genera. La forma en que se manifiesta la ansiedad varía según el niño o adolescente, aunque existen algunos signos muy comunes:
A nivel fisiológico se pueden presentar cambios en el apetito, ya sea porque aumenta o disminuye. También pueden presentarse trastornos del sueño (insomnio de reposición, despertares nocturnos, pesadillas...). A menudo se presentan quejas somáticas como dolores de cabeza o dolor abdominal. En algunos casos, pueden ocurrir regresiones evolutivas, como B. Pérdida del control de esfínteres y enuresis nocturna.
A nivel conductual es habitual la negativa a ir al colegio, la evitación de actividades que antes disfrutaba, la poca tolerancia a los cambios de rutina, las rabietas…En algunos casos pueden aparecer conductas como tics o manías (morderse las uñas, poner las cosas en cierto orden, tirar del pelo...) que suelen tener una función autorreguladora.
A nivel emocional, son habituales la irritabilidad, el mal genio, la preocupación por todo tipo de cosas, la tristeza y el llanto, etc. Los síntomas de ansiedad pueden manifestarse de manera diferente según el momento evolutivo de cada niño. Los niños más pequeños son más propensos a tener un comportamiento estridente, actividad excesiva, problemas para separarse de sus seres queridos o problemas para dormir. En cambio, a medida que se acerca la pubertad, aparecen síntomas de nerviosismo, tensión, ira y comportamiento antisocial o desafiante. La imagen del miedo se vuelve más compleja a medida que se desarrolla la capacidad de describir el mundo interior y las experiencias subjetivas.
Los trastornos de ansiedad más comunes en la infancia
Hay diferentes tipos de trastornos de ansiedad. En la infancia a menudo sucede:
trastorno de ansiedad por separación: Los niños que padecen este problema muestran reacciones exageradas de miedo cuando tienen que ser separados de sus cuidadores, generalmente sus padres. El niño rechaza cualquier actividad que implique este distanciamiento, como ir al colegio o ir de planes con los compañeros.
fobias específicas: En este caso, el niño experimenta una tremenda ansiedad ante una determinada situación o estímulo. Cuando esto ocurre, manifiesta una respuesta de miedo exagerada que puede interferir con el funcionamiento normal del día a día. Algunos ejemplos son la fobia a la sangre, arañas, agujas, etc.
(Video) Niños con altos niveles de ansiedad: identificación y tratamientomutismo selectivo: El niño limita su expresión verbal a determinadas situaciones en las que encuentra pocas personas de confianza. En otras situaciones sociales, sin embargo, se muestra mudo y totalmente inhibido por la inseguridad que siente.
Trastorno de estrés postraumático: En este caso, luego de vivir un evento traumático o ver sufrir a un tercero, el niño comienza a experimentar una angustia y una angustia tremendas. Pueden aparecer pesadillas, contratiempos en hitos evolutivos (enuresis, necesidad de ayuda en las tareas diarias, dificultad para expresarse...), hiperactividad, irritabilidad, etc.
trastorno de ansiedad generalizada: El menor muestra una constante preocupación por todo tipo de temas, lo que sucede una y otra vez, hasta el punto de restringir su vida normal.
Afrontar los ataques de ansiedad en niños: 7 recomendaciones
Como vemos, la ansiedad está en la base de diversos problemas de salud mental que afectan a niños y adolescentes. Por lo general, las alarmas suenan para los adultos cuando su niño o adolescente está teniendo lo que se conoce como un ataque de ansiedad. Cuando un niño tiene esta experiencia, tanto él como los adultos sufren y tienen miedo. Los síntomas fisiológicos sugieren que el niño padece un problema orgánico que está alimentando pensamientos negativos que el niño cree que morirán o perderán el control.
Estos ataques de ansiedad pueden ocurrir durante momentos de aparente calma que no están relacionados con un evento estresante específico.. En este punto, el niño o adolescente comienza a experimentar molestias repentinas y muy severas durante las cuales aparecen latidos cardíacos, sudores fríos, temblores, dificultad para respirar, náuseas, etc. Este episodio suele durar unos 10-15 minutos, y cuando finalmente termina, el niño puede tener miedo de volver a vivir una situación similar en el futuro.
Por este motivo, es habitual que se realicen conductas de evitación tras la primera crisis para reducir la probabilidad de experimentar un nuevo episodio. Si bien esto brinda seguridad a corto plazo, en realidad exacerba el problema a mediano y largo plazo. Es importante que los adultos sepan cómo comportarse ante la crisis de ansiedad de un niño. A continuación se presentan las recomendaciones más importantes:
1. Ayude a su hijo a reconocer sus síntomas
Una de las cosas más preocupantes de los ataques de ansiedad es no saber qué está pasando.Ante tal episodio, la persona puede confundir sus síntomas con un infarto o con volverse loco.. Por lo tanto, es importante ayudar a los pequeños a conocer bien las señales de su cuerpo para que experimenten el episodio de una manera menos aterradora.
Puede usar un marcador para hacer un dibujo de su cuerpo en un papel sin fin y usar este dibujo para pedirle que señale dónde se siente cuando está en crisis. Podría ser que su corazón esté acelerado o que sus intestinos estén dando vueltas. En cualquier caso, un análisis de estos síntomas siempre facilita un poco las cosas.
2. No exageres
Es natural que los adultos se sientan incómodos cuando ven que su hijo se pone muy nervioso o inquieto. Sin embargo, es importante que las personas mayores mantengan la calma. De lo contrario, el niño o adolescente se pondrá aún más nervioso. Ver que mantienes la calma siempre ayudará a resolver la crisis de la mejor manera.
3. No minimices su sufrimiento
Tan importante como evitar exagerar es saber darle a los ataques de ansiedad la importancia que se merecen.. Aunque nadie muere por tales episodios, el sufrimiento y la sensación subjetiva de pérdida de control causan una tremenda incomodidad. Así que es importante evitar expresiones despectivas como: "tranquilo", "eso no es nada"... Bueno, no ayudan en nada. En cambio, es mejor apoyar con expresiones como: "Sé que estás muy dolido y asustado, pero estoy aquí a tu lado para ayudarte a superar esto".
4. Destaca el carácter temporal de las crisis
Afortunadamente, los ataques de ansiedad son temporales. Con esto en mente, es importante recordarle al niño o joven que esta experiencia es temporal y pronto pasará. Para esto se pueden utilizar metáforas, como pensar que el miedo intenso y desbordante que cambia tu cuerpo es como una nube que atraviesa el cielo y finalmente se la lleva el viento.
5. Utiliza técnicas de relajación
En los casos en que la ansiedad sea baja o moderada, es posible gestionar la activación mediante el uso de técnicas de relajación. Un primer paso importante es enseñar al niño o joven a respirar diafragmáticamente. Esto le permite aspirar aire profundamente en su estómago, ralentizando su ritmo respiratorio y previniendo la hiperventilación. Además, también es posible enseñar técnicas como los ejercicios de Köppen, que permiten tensar y relajar diferentes grupos musculares de forma sencilla, utilizando metáforas animales para que sea más fácil de entender.
Las técnicas de relajación son muy efectivas siempre que se realicen de manera constante.. Depender de ellos solo cuando llega la crisis no tiene sentido. Idealmente, deberían comenzar a hacer esto en momentos de tranquilidad. De esta manera, se vuelve más fácil enfrentar una nueva crisis. En el punto álgido de una crisis, nunca está de más ponerse al nivel del niño o joven y pedirle que respire con nosotros. Podemos decirle que se concentre en nosotros y trate de seguir el ritmo que marcamos.
6. Fomenta la distracción
En momentos de alta activación, puede ser útil recurrir a la distracción. Si solo te enfocas en tus sensaciones físicas y los pensamientos asociados con ellas, la crisis puede volverse aún más difícil. Por lo tanto, es aconsejable participar en actividades que desvíen el enfoque de allí. Por ejemplo, puede crear un "rincón tranquilo". Este rinconcito puede contener mantas y almohadas mullidas, un reproductor de música relajante, papeles y pinturas para pintar, peluches e incluso un bote tranquilizante (hecho de agua y purpurina) que puedes sacudir para calmarte.
7. Trabaje con su hijo sobre el miedo a otro ataque de ansiedad
Por supuesto, después de una crisis de este tipo, los niños suelen vivir con un gran temor de que vuelva a suceder.. Como resultado, surgen conductas de evitación, distanciándose de situaciones y lugares donde se cree que el miedo puede reaparecer. Sin embargo, evitar esta situación suele fomentar el miedo y la creencia de que este entorno es sinónimo de peligro. Así que cada vez es más difícil lidiar con eso.
FAQs
¿Qué hacer para controlar los ataques de ansiedad? ›
- Permanezca con la persona y mantenga la calma.
- Ofrézcale medicamentos si la persona suele tomarlos durante un ataque.
- Traslade a la persona a un lugar tranquilo.
- No haga suposiciones respecto de lo que la persona necesita. ...
- Háblele a la persona con frases cortas y simples.
- Sea predecible.
A menudo, las personas con ataques de pánico sienten que tienen dificultades para recuperar el aliento. Entonces, solo concéntrate en exhalar lentamente por la boca. Para ayudar a que sus músculos se relajen, intente una breve relajación muscular progresiva, contrayendo los músculos a propósito y luego dejándolos relajarse.
¿Cómo controlar la ansiedad con remedios caseros? ›- Kava. ...
- Pasiflora. ...
- Valeriana. ...
- Manzanilla. ...
- Lavanda. ...
- Toronjil.
- Andar 5 minutos. Lo mejor y más rápida manera de relajarse en medio de una crisis de estrés o ansiedad es levantarse y ponerse a andar cinco minutos, solo. ...
- Hacer unas sencillas respiraciones. ...
- Evadir la mente. ...
- Tomarse un tentempié ...
- Riega una planta. ...
- ...
- Escuchar música. ...
- Comerse un chicle.
Las experiencias difíciles en la infancia, la adolescencia o la edad adulta son un desencadenante habitual de los problemas de ansiedad . Pasar por el estrés y el trauma cuando eres muy joven probablemente tenga un impacto particularmente grande. Las experiencias que pueden desencadenar problemas de ansiedad incluyen cosas como: abuso físico o emocional.
¿Dónde presionar para quitar la ansiedad? ›Otro punto clave para aliviar el estrés y la ansiedad se encuentra debajo del nacimiento de la uña del dedo anular, por el lado del índice. Presiónalo con el pulgar durante unos 10 segundos y, después, cambia de mano”.
¿Cómo saber si un niño sufre de ansiedad? ›La ansiedad puede presentarse en forma de miedo o preocupación, pero también puede hacer que los niños estén irritables y enfadados. Los síntomas de la ansiedad también pueden incluir problemas para dormir, además de síntomas físicos como fatiga, dolores de cabeza o dolores de estómago.
¿Cuándo se quita la ansiedad? ›Los trastornos de ansiedad se curan en un tiempo razonable, en la mayor parte de los casos. El tiempo de tratamiento no suele exceder de unos meses, dependiendo del trastorno, su severidad, el tiempo que hace que se sufre dicho trastorno, la colaboración del paciente (o usuario), etc.
¿Qué alimentos ayudan a reducir la ansiedad? ›Consume alimentos ricos en hidratos de carbono complejos, como los granos integrales, por ejemplo, avena, quinua, y panes y cereales integrales. Evita los alimentos que contienen hidratos de carbono simples, como las comidas y bebidas azucaradas.
¿Se puede superar la ansiedad sin medicación? ›La noticia aún mejor: muchas personas responden bien al tratamiento de la ansiedad sin medicamentos . Encuentran que su condición a menudo se puede controlar por completo, o al menos en parte, con cambios en el estilo de vida y terapias holísticas.
¿Cuál es la técnica 4 7 8? ›
La técnica de respiración 4-7-8, también conocida como «respiración relajante«, consiste en inspirar durante 4 segundos, retener la respiración durante 7 segundos y exhalar durante 8 segundos. Este patrón de respiración tiene como objetivo reducir la ansiedad o ayudar a las personas a dormir.
¿Qué causa la ansiedad en los niños? ›Las cosas que suceden en la vida de un niño pueden ser estresantes y difíciles de sobrellevar. La pérdida, una enfermedad grave, la muerte de un ser querido, la violencia o el abuso pueden hacer que algunos niños se vuelvan ansiosos. Comportamientos aprendidos. Crecer en una familia donde los demás tienen miedo o están ansiosos también puede "enseñarle" a un niño a tener miedo también.
¿Qué es mejor para la ansiedad un psicologo o un psiquiatra? ›Un psiquiatra es un médico que se especializa en el diagnóstico y el tratamiento de afecciones de la salud mental. Un psicólogo y otros profesionales de la salud mental pueden diagnosticar la ansiedad y brindar asesoramiento (psicoterapia).
¿Qué pasa en el cerebro de las personas con ansiedad? ›La ansiedad crónica, asociada al estrés, aumenta el riesgo de que se produzcan trastornos de memoria o deterioro cognitivo, afectando al funcionamiento de estructuras cerebrales como la amígdala”, confirma Portellano.
¿Qué vitaminas son buenas para la ansiedad? ›La vitamina B-12 y otras vitaminas B desempeñan un papel importante en la producción de sustancias químicas del cerebro que afectan el estado de ánimo y otras funciones cerebrales.
¿Cómo se ve un ataque de ansiedad en niños? ›Durante una crisis de pánico, el niño siente una gran ansiedad, que causa síntomas orgánicos. El corazón late muy rápido. El niño suda profusamente y tiene dificultad para respirar. Puede sufrir dolor torácico o sentirse mareado, con náuseas y agarrotado.
¿Qué es una crisis de ansiedad en niños? ›El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es un trastorno mental en el que a menudo el niño está preocupado o ansioso por muchas cosas y siente que tiene dificultades para controlar la ansiedad.
¿Cómo ayudar a un niño a controlar sus nervios? ›- El objetivo no es eliminar la ansiedad, sino ayudar al niño a manejarla. ...
- No evite cosas solo porque le producen ansiedad al niño. ...
- Exprese expectativas positivas pero realistas. ...
- Respete sus sentimientos, pero no los fortalezca.
No hay cura para los trastornos de ansiedad , pero son tratables. El tratamiento para los trastornos de ansiedad puede incluir medicamentos, terapia o una combinación de ambos. Es importante trabajar con un proveedor de atención médica para encontrar el tratamiento que mejor se adapte a sus inquietudes.
¿Puede un niño superar la ansiedad? ›"Existe la idea de que los niños superarán estos problemas [relacionados con la ansiedad], pero la evidencia no lo respalda ". Sin tratamiento, es probable que la ansiedad infantil persista, afectando negativamente el funcionamiento social y familiar del niño y su calidad de vida en general.